Ante la llegada del Papa Francisco a Filipinas , la policía de Manila decidió encerrar y encadenar a los niños mendigos de la ciudad para “limpiar las calles”. La reclusión se realiza en un ambiente con delincuentes adultos.

La decena de menores detenidos han sido encerrados en las últimas semanas en centros inmundos, obligados a dormir en el piso y muchos son golpeados y maltratados por los reclusos mayores. Pero lo más indignante, sin duda, es que algunos de estos menores son encadenados a postes.

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La investigación la realizó MailOnline y recogió la declaración de un alto funcionario que admitió que se dispuso la redada policial para asegurar que estos menores no sean vistos por el Papa Francisco.

El misionero irlandés, nominado al Premio Nobel de la Paz, el padre Shay Cullen, de 71 años, observó este terrible maltrato y rescató a un menor de siete años que pasó la Navidad y Año Nuevo detenido y que tiene el cuerpo dañado debido a la sarna.

Fuente: Daily Mail.