El joven de 24 años, al que el Papa Francisco telefoneó personalmente para pedirle perdón en nombre de la iglesia de Cristo, habría sufrido de constantes violaciones por los sacerdotes de las Archidiócesis de Granada desde que tenía doce años.

Sucedió en el colegio religioso de Granada donde estudiaba este joven quien, con el envío de una carta al Papa Francisco, desencadenó una serie de investigaciones sobre pederastia en el seno de la Iglesia.

Las pesquisas del juez a cargo, que se hallan bajo secreto sumarial y total hermetismo, han depositado su foco principal en cuatro curas que, supuestamente, habrían agredido sexualmente al menor hasta casi cumplir los 18 años.

Luego de conocer lo sucedido, el Papa “forzó” que la iglesia española, en concreto a la Archidiócesis de Granada, a que investigue lo sucedido.

Fuente: El País.