El papa Francisco aseguró que no es marxista, aunque dijo que no se siente ofendido cuando lo llaman así. Así se desprende de la entrevista al diario italiano ‘La Stampa’, en la que mostró su preocupación por el problema alimentario que sufren millones de personas.

“La ideología marxista está equivocada, pero en mi vida he conocido a muchos marxistas buenas personas, por eso no me siento ofendido”, dijo el obispo de Roma en respuesta a críticos norteamericanos conservadores que lo llamaron de esa manera, luego de que publicara su exhortación Evangelii Gaudium.

Se trata del adelanto de una entrevista centrada en la Navidad, la primera de Jorge Bergoglio como Papa, en la que reflexionó también sobre asuntos como el hambre en el mundo, la infancia, el diálogo con otras religiones, el futuro de la iglesia o la economía.

Francisco refirmó que la mujer en la Iglesia tiene que ser “valorada, no clericalizada” y sostuvo que la reforma del Ior, el banco vaticano, “va por el camino justo”, apoyándose en los últimos informes positivos del Moneyval, el mecanismo de control financiero del Consejo de Europa.

Para el Papa, la mayor preocupación es “la tragedia del hambre en el mundo”, que, en su opinión, tiene solución con la cooperación de todos, por lo que exhorta a “dar de comer a los hambrientos”.

En este sentido, Francisco aseguró que con los alimentos desperdiciados cada día se podría dar de comer a muchísimas personas y hacer que los niños que lloran de hambre dejen de hacerlo.

La próxima Navidad es la primera que Bergoglio pasará como Sumo Pontífice y, durante la entrevista, reconoció que la Nochebuena piensa en los cristianos de Tierra Santa que no pueden profesar su fe.

“La Navidad siempre me hace pensar en Belén, un punto preciso en Tierra Santa donde vivió Jesús. En Nochebuena pienso sobre todo en los cristianos que viven allí y que tienen las dificultades por las que han tenido que dejar aquella tierra. Pero Belén continúa siendo Belén”, aseguró.

Al respecto, reconoció que “están trabajando en su próximo viaje a Tierra Santa” para seguir con “la era de los viajes papales” iniciada con Pablo VI en 1964 y citó como su principal prioridad el diálogo con otras religiones.

Fuente: Infobae.com