Contó la historia de un católico que preguntó a un sacerdote si incluso los ateos habían sido redimidos por Jesús. “Incluso ellos, todos”, respondió el Papa, según la Radio del Vaticano.

“Todos tenemos el deber de hacer el bien. Sólo hagan el bien y encontraremos un punto de encuentro”, dijo el Papa en una conversación hipotética en la que alguien le decía al sacerdote: “Pero no creo. Soy un ateo”.

El acercamiento de Francisco a los ateos y a personas que no pertenecen a ninguna religión marca un fuerte contraste con la postura de Benedicto XVI.

Fuente: Agencias