En su primer discurso público en Turquía, el Papa Francisco condenó este viernes la violencia terrorista que afecta a Siria e Irak a manos de las milicias del Estado Islámico y advirtió que “es lícito detener al agresor injusto”.

Ante el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, lamentó que en esos países “cientos de miles de personas” se hayan visto obligadas a abandonar sus hogares para poder salvar su vida y permanecer fieles a sus creencias.

Precisó que además de prestar la urgente ayuda humanitaria, la comunidad internacional no puede permanecer en la indiferencia ante estas tragedias.

“Reiterando que es lícito detener al agresor injusto, aunque respetando siempre el derecho internacional, quiero recordar también que no podemos confiar la resolución del problema a la mera respuesta militar”, expresó el Papa Francisco.