El acudió a dos centros sanitarios de Roma para visitar a varios recién nacidos con distintas patologías y a enfermos en fase terminal, un gesto con el que el pontífice ha querido demostrar la importancia que tiene la vida, informó la Santa Sede.

Se trata de una iniciativa que se enmarca en los llamados “viernes de la misericordia”, en los que Francisco realiza una visita privada sin previo aviso una vez al mes durante el Jubileo de la Misericordia, que concluirá el próximo 20 de noviembre.

En esta ocasión, el papa ha visitado primero el Hospital de San Juan de Letrán de Roma ante la sorpresa del personal sanitario que desarrolla su labor diariamente, según la Santa Sede.

En el hospital, el papa ha visitado la planta de neonatología y se ha acercado a ver a doce recién nacidos que padecen diversas patologías.

De estos, cinco —dos de estos gemelos— se encuentran en situación de gravedad y permanecen intubados recibiendo terapia intensiva.

Posteriormente ha visitado el centro “Villa Speranza”, donde reciben asistencia treinta pacientes que se encuentran en fase terminal.

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