La Santa Sede explicó que “la situación en la diócesis de Limburgo impide el ejercicio fecundo de su ministerio”. El sumo pontífice aceptó por tanto la dimisión presentada el 20 de octubre pasado por el purpurado, que fue remplazado por un vicario general.

“El Santo Padre pide al clérigo y a los fieles del diócesis de Limburgo que acojan las decisiones de la Santa Sede con docilidad y esforzarse por recuperar un clima de caridad y de reconciliación”, añadió el Vaticano en su comunicado.

Hace unos meses, surgió una viva polémica en torno a la financiación de la renovación y de la transformación del centro diocesano de Limburgo.

La explosión del coste hasta los 31 millones de euros (43 millones de dólares), en vez de los 6 previstos, provocó un enorme escándalo mediático en Alemania, a tal punto que el religioso tuvo que presentar su renuncia.

Fuente: Agencia Andina