“Por haber avergonzado a la familia”, una joven de 18 años fue quemada viva por su madre y hermano en Pakistán. Parveen Bibi confesó el “crimen de honor” ante un tribunal de Lahore, en la provincia de Punja y esta semana fue condenada a muerte.

La mujer dijo que estranguló a su hija Zeenat Rafique en junio de 2016 porque esta se casó con su novio, perteneciente a una etnia distinta.

La joven, que vivía con su esposo, retornó al hogar familiar para tratar de reconciliarse con sus parientes. En ese momento, su madre y hermano la ataron a una cama, rociaron su cuerpo con gasolina y le prendieron fuego.

“Luego de matar a su hija, Parveen salió a la calle, se sacó su chal y comenzó a golpearse el pecho, gritando: ‘¡Gente! ¡Maté a mi hija por mal comportamiento y darle una mala fama a nuestra familia!”, reveló la hermana de la sentenciada, Naseem Bibi. “Mi hermana declaró tiempo atrás que no permitiría que su hija se casase con un pashtún”, añadió.

Bajo las nuevas leyes anti “crímenes de honor” que entraron en vigor en el país en octubre pasado, ni Parveen ni su hijo podrán recibir un perdón.

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