A pesar que todos los días movía varias toneladas de cocaína, metanfetaminas y marihuana por todo el mundo, tenía una cosa clara: “que las drogas eran malas” y sus hijos debían saberlo, pues convivían a diario con ellas, especialmente a Junior, antes Juan Pablo Escobar y ahora Sebastián Marroquín, su único hijo, y —como él o veía— sucesor en el Cartel de Medellín.

Sin embargo la historia dio un giro distinto y ahora el hijo del capo más temido de los 80 y principios de los 90 cuenta cómo fue el día en que su padre le contó cuál “era su negocio”.

A través de una entrevista para Mirror.uk, Sebastián Marroquín contó que tenía 7 años cuando le reveló que era “un criminal muy peligroso” que traficaba con drogas. Luego lo llevó a una de sus plantas de elaboración y le mostró en una mesa todas las variedades que creaba, cuánto dinero podían pagar por ellas y los efectos que producían.

Cuando yo tenía siete u ocho años de edad estaba en Panamá y mi padre me dijo: ’hijo, yo soy un criminal profesional’. Desde que era joven, mi padre siempre me dijo con claridad lo que hacía, pero, por supuesto, a esa edad no entendía nada. Él siempre me advirtió acerca de las drogas desde una edad temprana”, dijo.

“Tenía ocho años cuando Pablo Escobar me presentó todos los tipos de drogas disponibles en una mesa y me sentó a su lado y me dijo todo acerca de ellas: ¿cómo se llamaban? ¿qué efectos tenían? ¿y cuánto costaban?. Cuando tenía nueve años me llevó a una de sus fábricas de cocaína”, agregó.

El hijo de Pablo Escobar refirió que él quería que tuviese presente los peligros de las drogas… “paradójicamente, era uno de los narcotraficantes más importantes del siglo pasado”.

estas notas de pablo escobar te pueden interesar

TAGS RELACIONADOS