La prensa paquistaní asegura que el general Usman Khalid, exiliado en Londres desde 1979 por motivos políticos y que falleció allí el año pasado, fue el soplón que alertó a la CIA del paradero de Osama Bin Landen. Su familia lo niega y en declaraciones a ‘The Daily Telegraph’ asegura que “nunca tuvo contacto alguno con Bin Laden y lo único que sabía de él era lo que leía en los periódicos”.

El 2 de mayo de 2011 se produjo una de las noticias más espectaculares de lo que va de siglo. Un comando de los Navy Seals estadounidenses mataba a tiros a Bin Laden, el criminal más buscado del planeta, en una casa de Abbottabad, en Pakistán.

Esa versión ha permanecido intocable durante una década, hasta que a comienzos de este mes el veterano periodista Seymour Hersh, de 78 años, publicó una nueva teoría que desbarataba la versión oficial y le restaba heroísmo. Según Hersh, Bin Laden era en realidad prisionero de los servicios secretos paquistaníes que lo habrían capturado en 2006.

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Los saudíes también sabían que estaba en Abbottabad. El control sobre Bin Landen le servía a Pakistán para influir en las peligrosas zonas tribales fronterizas bajo dominio talibán. El periodista sostiene que un exagente de la inteligencia paquistaní se presentó en la embajada estadounidense en Islamabad y dio el soplo sobre el paradero de Bin Laden, a cambio de una recompensa de 25 millones de dólares.

Según Hersh, que ha ganado un premio Pulitzer, los paquistaníes fueron alertados de la operación de los Seals y les franquearon el paso por el espacio aéreo nacional. Eso explicaría, por ejemplo, el casual corte de luz que se registró en el barrio durante la operación. La teoría de Hersh vendría a aclarar la extraña situación de que el tan perseguido Bin Laden vivía en realidad muy cerca de una importante academia militar.

Usman Khalid, el general retirado al que la prensa de Paquistán llama el “súper soplón”, era un hombre de bigote y pelo blancos, que falleció por un cáncer el pasado año en Londres. Tras servir 25 años en el ejército de su país, en 1979 se exilió en el Reino Unido, en protesta por la ejecución del expresidente Ali Butto, cuya hija, Benazir Butto, fue asesinada en un extraño atentado en 2007, cuando hacía campaña electoral para volver a presidir el país.

Fuente: Abc.es