La población entró en pánico, en parte afectada por los dos grandes sismos que hubo el 20 y 29 de mayo, de 5,9 y 5,8 grados en la escala de Richter respectivamente.

Ninguno de los 20 seísmos de la noche del domingo superó los 3 grados, según el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia (INGV). Pero fueron lo bastante fuertes para preocupar a los vecinos de la zona, quienes evacuaron sus viviendas.

Miles de personas volvieron a pasar la noche al aire libre o en sus coches o caravanas ante el terror de posibles derrumbes, y se suman así a los cerca de 15 mil evacuados por Protección Civil.

Durante el fuerte temblor del domingo no se produjeron daños personales, pero si derrumbes de edificios ya dañados por los seísmos anteriores. Entre estos, se derrumbó totalmente la Torre del Reloj de la localidad de Novi di Modena, uno de las imágenes símbolo de la destrucción, ya que había quedado parcialmente en pie.

Este lunes en Italia se vive un día de luto nacional por las 24 víctimas de los terremotos de Emilia Romagna, que dejaron también unos 350 heridos, 15 mil evacuados y daños a la economía evaluados en unos 5 mil millones de euros.

Fuente: Agencias