La tempestad que azotó Nueva York y la costa Este de EE.UU. a finales de octubre de 2012 debido al huracán “Sandy” inundó el museo de la inmigración que se encuentra en dicha isla, y lo dejó sin electricidad, línea telefónica y sistemas de calefacción, lo que además obligó a retirar los objetos de las exhibiciones para que no se deteriorasen.

“Estamos encantados de poder compartir la exclusiva historia de la isla de Ellis con el mundo de nuevo”, indicó en un comunicado el superintendente David Luchsinger, responsable del parque nacional que comprende esta isla y la vecina donde se asienta la Estatua de la Libertad.

No puedo pensar en una mejor manera de celebrar el 127 cumpleaños de ‘Lady Liberty’, como es conocida popularmente la estatua neoyorquina, que dando la bienvenida de nuevo a visitantes al lugar donde se apiñaban las masas ansiosas de libertad cuando llegaron por vez primera a nuestras costas”, añadió Luchsinger.

Sin embargo, los trabajos de reparación continuarán al menos hasta la próxima primavera, y está previsto que se instale un sistema eléctrico completamente nuevo, así como un sistema de control de temperatura, que permita garantizar la conservación del millón de documentos y artefactos que se albergan.

Tras la reapertura de la estatua de la Libertad el pasado 4 de julio, los esfuerzos del parque nacional se trasladaron a la vecina isla de Ellis, donde las tareas de reparación eran “más complejas” a causa de la “delicadeza de la colección que alberga el museo”.

Por la isla de Ellis se controló la inmigración que accedía a EE.UU. por el puerto de Nueva York entre 1892 y 1954, y por sus instalaciones pasaron más de 12 millones de inmigrantes, en su mayoría provenientes de Europa.

Fuente: EFE