Según difundió el diario Dagbladet, citado por la agencia de noticias rusa RIA Novosti, Anders Breivik confesó que pretendía atentar contra el presidente estadounidense, Barack Obama, porque estaba en contra de que le concedieran el Nobel de la Paz.

Para concretarlo, planeaba disfrazarse de policía y hacer estallar un coche bomba durante la visita de Obama a Oslo. Finalmente desechó el plan.

Anders Behring Breivik confesó haber perpetrado los ataques en la isla de Utoya y en Oslo que dejaron en total 77 muertos, pero niega ser penalmente culpable y tildó a las víctimas de “traidoras” por defender una política de inmigración que, según él, resultará en la islamización de Noruega.

El diario Verdens Gang reveló que Breivik consiguió financiar los atentados vendiendo diplomas falsos a través de Internet.

Actualmente, está detenido a la espera de que se celebre el juicio en su contra por estos crímenes. Podría ser condenado a 21 años de cárcel, la pena máxima que contempla el Código Penal de Noruega.

Fuente: Infobae