Breivik fue sentenciado a una pena de custodia de un máximo de 21 años y un mínimo de 10 años, explicó la juez principal, la magistrada principal Wenche Elizabeth Arntzen, que añadió que la sentencia es unánime.

La custodia es una figura legal del Derecho noruego que en la práctica puede equivaler a una cadena perpetua, ya que una vez cumplida la pena, los tribunales pueden prolongarla de forma indefinida, si consideran que el reo continúa siendo un peligro para la sociedad.

En concreto a Breivik se le condena por 77 homicidios intencionados “en circunstancias especialmente graves”. El acusado reaccionó a la lectura del veredicto con una sonrisa.

Si ninguna de las partes presenta una apelación, para lo que tienen un plazo de 14 días, Breivik pasará a cumplir su pena en un centro de máxima seguridad en el penal de Ila, al oeste de Oslo, donde permanece en prisión preventiva desde hace un año.

Breivik hizo estallar una furgoneta bomba el 22 de julio de 2011 en el complejo gubernamental de Oslo, provocando la muerte de ocho personas, y luego se trasladó a la isla de Utøya, al oeste de la capital, donde mató a otras 69 personas.

Fuente: EFE