19 personas han muerto y cerca de 60.000 familias han resultado afectadas desde noviembre del año pasado en debido a los efectos del , según informaron fuentes oficiales a Efe.

Las tormentas eléctricas causaron la mayor parte de las muertes, mientras que las granizadas causaron daños en los cultivos. El viceministro boliviano de Defensa Civil, Óscar Cabrera, explicó que, además, se han perdido 31.000 hectáreas de cultivos y 15.800 cabezas de ganado.

El viceministro hizo hincapié en que “ha habido más afectación a los pequeños productores y agricultores en todo el occidente” del país, en los departamentos de La Paz, Oruro, Potosí, Chuquisaca y Cochabamba.

Por el momento, las acciones del Gobierno de Bolivia se centran en la “ayuda humanitaria”, aunque más adelante se implementarán planes de “rehabilitación y habilitación productiva”.

En las últimas semanas se produjo un repunte de los daños causados por la temporada de lluvias, ya que se han dado precipitaciones más continuas de lo habitual, explicó Cabrera.

No obstante, el viceministro aseguró que de acuerdo con los servicios de meteorología del país, las lluvias irán disminuyendo próximamente y, por tanto, también las “anomalías” que ocasionan.

La temporada de lluvias en Bolivia se prolonga desde noviembre hasta marzo. El Fenómeno El Niño, que se origina en aguas del Pacífico, ha provocado lluvias e inundaciones en algunas zonas del continente y en otras regiones ha generado fuertes sequías.

Fuente: EFE