Tan sólo minutos después de acusar al líder de la oposición, Henrique Capriles, de participar en fiestas homosexuales en la gobernación de Miranda, el presidente venezolano Nicolás Maduro aclaró que no es homofóbico, mientras lucía una bandera multicolor y estaba acompañado de miembros de la comunidad gay del país.

“Ninguno de nosotros es, ha sido ni será homofóbico; por el contrario, la revolución ha reivindicado la libertad, la igualdad, el respeto al ser humano”, afirmó, intentando acallar las críticas.

Es que esta semana, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) lanzó acusaciones contra la oposición por organizar supuestas orgías homosexuales y montar una red de prostitución, y las únicas pruebas que ofrecieron los legisladores eran fotografías de Óscar López, director del despacho de Miranda, abrazado a personas de su mismo sexo.

A su vez, el diputado chavista Pedro Carreño llamó “homosexual” y “maricón” a Capriles en la Asamblea Nacional y mostró incluso una supuesta acta policial en la que, según dijo, constaba que el líder opositor había practicado sexo oral con otro hombre.

Los dichos de Carreño se enmarcan en la denuncia contra el partido de Capriles, Primero Justicia (PJ), acusado por el oficialismo de financiarse ilegalmente, no sólo con el dinero de la supuesta red de prostitución, sino también con plata del narcotráfico.

Fuente: Infobae