Miles de jóvenes ingleses aprovecharon este fin de semana para adelantar su celebración de Navidad y se fueron a bailar a los clubes nocturnos.
Lo que se supone tenía que ser una fiesta amena, terminó como siempre: varios detenidos, decenas de heridos y caos en las calles más céntricas de Manchester.
Algunos de los asistentes a las fiestas fueron fotografiados en penosas escenas a la salida de los bares y discotecas.
A parte del espectáculo lamentable que daban los jóvenes, la Policía tuvo que poner orden a los comercios, que al verse desbordados por el caos empezaron a sacar su basura a las calles.
Mientras que la mayoría de estos jóvenes disfrutaban de la diversión, los servicios de emergencia se mantuvieron ocupados pues atendían llamadas de vecinos furiosos, peleas callejeras y personas intoxicadas por alcohol.