La nave espacial de carga rusa Progress M-27M, lanzada el último martes rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI), ha comenzado a caer a la Tierra de manera descontrolada, dijo una fuente de la industria aeroespacial de Rusia.

“Como no se han podido encender los propulsores ni realizar una maniobra de corrección, el carguero está descendiendo gradualmente de su órbita”, añadió la fuente a la agencia oficial RIA Nóvosti.

Añadió que la velocidad del descenso dependerá del estado de la atmósfera y del viento solar, pero recalcó que “en las últimas veinticuatro horas la nave de carga ya ha perdido decenas de metros de altitud”.

“Pronosticar con exactitud la fecha y lugar donde caerán los fragmentos del Progress que no se desintegren en la capas densas de la atmósfera sólo será posible unas horas antes de que esto ocurra”, subrayó.

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El Centro de Control de Vuelos Espaciales de Rusia perdió el control de la nave, lanzada desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán) a las 07.10 GMT del martes, después de que ésta se situara en una órbita errónea y dejara de enviar datos a la Tierra.

Tras varios intentos fallidos de recuperar el control de la Progress, los técnicos rusos observaron que el carguero gira a gran velocidad sobre su propio eje, algo que imposibilita cualquier intento de maniobrar para acercarse y acoplarse a la EEI.

La Progress M-27M, que transporta cerca de 2,5 toneladas de suministros para la Estación Espacial Internacional, fue lanzada a las 07.10 GMT del martes y, según el plan de vuelo original, debía acoplarse a la plataforma orbital seis horas después de su despegue.

En su bodega lleva combustible, oxígeno, alimentos, equipos científicos y regalos para los tripulantes de la EEI.

Fuente: EFE