“Las zonas verdes, más oscuras, son las que disponen de más vegetación, mientras que los colores claros son zonas de escasa superficie vegetal, sea debido a la nieve, la sequía, o a las áreas urbanas”, explicó la NOAA.

Para diferenciar las superficies, los investigadores utilizaron un sistema de infrarrojos que distingue la presencia de vegetación, rocas u otro tipo de terrenos.

Las imágenes, que fueron captadas durante una investigación realizada entre abril de 2012 y mayo de 2013, permitirán a los científicos crear modelos climáticos mucho más precisos y ayudar a prevenir desastres naturales y epidemias.