Rosat, un proyecto conjunto entre el país germano, Estados Unidos y Gran Bretaña, pesa 2,4 toneladas y se encontraba fuera de funcionamiento desde 1999, cuando se apagó después de un fallo en su sistema de guía. Se especula con la entrada de algún virus en el sistema informático.

Según han explicado los expertos, durante su entrada en la Tierra, el satélite se romperá en unas 30 piezas grandes y algunas de ellas, de una masa total de hasta 1,6 toneladas, podrían sobrevivir a la desintegración al cruzar la atmósfera de la Tierra.

En este sentido, el ‘Daily Mail’ publica que el centro de control alemán da la posibilidad de una entre 2.000 de que alguna pieza de Rosat pueda dañar a alguna persona, algo que nunca ha pasado en la historia de los satélites, según han apuntado los expertos.

Este caso se une al episodio vivido hace dos semanas, cuando el satélite UARS hizo su reentrada en el planeta de manera descontrolada.

Fuente: ABC.es