El sismo y el tsunami que asolaron Japón el viernes causaron 3.373 muertos, 6.746 desaparecidos y 1.897 heridos, indicó un nuevo informe oficial provisional de la Policía. Se trata de las víctimas contabilizadas hasta el martes, pero las autoridades temen que el balance final supere los 10.000 fallecidos teniendo en cuenta el número de desaparecidos.

Si bien el panorama es sombrío, tanto en Minamisanriku como en Oshima se hallaron el martes miles de personas con vida que escaparon del desastre.

Sin embargo, indicó ‘La Gaceta’, con información del diario español “El Mundo”, cada vez son mayores los problemas de abastecimiento para los sobrevivientes. El principal inconveniente en la mayoría de las ciudades es la falta de combustible y de material en los hospitales, donde ya están racionando los medicamentos.

Además, los sanatorios no son suficientes para almacenar los cuerpos y se necesitan más ataúdes. El primer ministro de Japón, Naoto Kan, indicó a los soldados que la prioridad es asistir a los damnificados, tarea en la que son asistidos por miles de voluntarios.