Cinco años después de su muerte, en las afueras de la propiedad conocida como Neverland, dónde vivía Michael Jackson, muchos de los mensajes que se habían escrito o grabado en las entradas de piedra del lugar han desaparecido.

Más allá de la cerca que rodea la propiedad de 1.000 hectáreas (2.600 acres) una parte tangible del legado del rey del pop parece haberse quedado congelada en el tiempo.

“Sabía que vería sólo una reja cerrada, pero de todas formas lo quería visitar”, dijo James Chen, un turista que se detuvo para tomar una foto fuera del rancho en una reciente tarde soleada durante un viaje con su padre.

Aunque muchas de las empresas de Jackson siguen floreciendo y generando dinero tras su muerte, incluyendo un nuevo álbum y espectáculos con el Cirque du Soliel, Neverland sigue en el limbo pese a los rumores de que la propiedad sería transformada en una atracción turística como Graceland, la mansión dónde vivía Elvis Presley en Memphis y que es monumento nacional estadounidense.

Fuente: dailymail.co.uk