Vestida con una pijama rosa, Janeth Lizbeth Bibriesca Valdez salió la tarde del sábado pasado de su casa a una tienda cercana a comprar tiempo aire para su teléfono celular.

La niña de 12 años ya no volvió a su casa ubicada en el fraccionamiento Victoria Residencial de Mexicali, en México.

A partir de ese momento comenzó la pesadilla para la familia Bibriesca Valdez, que reportó la desaparición a la policía.

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Janeth Valdéz, madre de la menor, pudo tener acceso a videos de las cámaras de seguridad de la tienda a la que fue su hija. En uno de los video se le observa “nerviosa cuando estaba pagando, se movía, se tocaba el pelo, volteaba para afuera”, dijo la mujer a medios locales.

La desaparición les sorprendió a todos, afirmó la madre de la niña, ya que ella tenía un carácter fuerte y no solía dejarse de nadie.

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El primer revés, sostiene la mujer, vino de policías municipales, que le aconsejaron que buscara a la niña en hoteles de paso, ya que en Mexicali existe el problema de la trata de personas.

Acompañada de su esposo Pedro Alberto Bibriesca, recorrió cuatro hoteles donde se prostituyen niñas menores de edad.

En entrevista con medios locales, entre lágrimas, la mujer relató lo traumatizante que fue buscar en las instalaciones de los hoteles, donde con actitudes amenazantes los encargados escondían a las menores y sólo decían que se trataban de hijas de prostitutas.

Luego de recibir críticas en redes sociales, la Policía Municipal de Mexicali publicó en su cuenta de Facebook que estaba trabajando en coordinación con la procuraduría, “acompañando a la familia de la niña y apoyando a las pesquisas”.

Para desgracia de la familia Bibriesca Valdez, Janeth Lizbeth no se encontraba en ningún hotel, sino enterrada a sólo metros de su casa.

El subprocurador José María González dijo que elementos de la Procuraduría General de Justicia pudieron identificar el domicilio de uno de los vecinos de la familia, el cual se encuentra a 70 metros de la casa de la niña y a menor distancia de la tienda.

Los elementos policiacos, al enterarse que el dueño del domicilio no había sido visto en la casa desde el sábado pasado y no se había presentado a su trabajo desde el lunes, decidieron ayer por la tarde solicitar una orden de cateo a un juez.