Desde hace seis meses, y en vista de que las compañías de telefonía celular consideraron demasiado costoso llevar el servicio a sus 2.500 habitantes, los taleanos, ayudados por dos “gringos”, crearon su propia red telefónica.

En realidad, los gringos no son dos, sino uno: Peter Bloom, un estadounidense que habla español como mexicano pues lo aprendió trabajando con inmigrantes en su país.

El otro, Xabi, es un joven italiano que lleva un año paseando por el sur de México su barba rala y sus brazos tatuados.

Finalmente, se dio luz verde a la instalación de una antena permanente y con mayor potencia, todo financiado por la cooperativa local, que opera como banco y pertenece en un 80% a la comunidad.

Según los cálculos de Peter Bloom, una red telefónica que puede valer unos US$250.000, finalmente costó US$25.000, es decir el 10%.

Al observar cómo instalan la nueva antena se entiende por qué: todo el trabajo lo realizan los integrantes de la comunidad, en medio de bromas. Incluso bajo la lluvia pertinaz que lleva varios días cayendo en esta región montañosa, su entusiasmo no disminuye.

“Alrededor del mundo hay unos 700 millones de personas sin acceso a teléfonos celulares. Tiene que ver, sobre todo, con que viven en áreas remotas. Creo que en México las grandes compañías no ven el campo como una opción viable en términos económicos. Es muy costoso para ellos venir, montar y mantener una red telefónica”, cuenta.

Fuente: BBC