Durante una excavación bajo un edificio en la Ciudad de México, un equipo de arqueólogos ha descubierto un entierro en grupo de 12 perros prehispánicos, considerados un símbolo religioso en la civilización azteca.

Aunque ya se habían descubierto restos de perros en tumbas, donde cumplían para los aztecas la función de guía del alma al inframundo, o junto a un templo, como si fueran una especie de guardianes, el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH) describe el nuevo hallazgo de “insólito”, ya que es la primera vez que se descubre un entierro exclusivamente de canes.

“Entierros de perros se han encontrado en otros contextos arqueológicos, pero en este caso no está asociado a un entierro humano o a construcción alguna”, explica Rocío Morales Sánchez, arqueóloga que participó en la exploración.

Según explica la experta, este hallazgo es muy particular, debido a que todavía no han encontrado vínculos entre el entierro de estos animales prehispánicos con una edificación o con un difunto, informó la agencia RT.

Los restos, que fueron enterrados al mismo tiempo, fueron localizados durante tareas de salvamento arqueológico en un pozo a una profundidad de entre 1,30 y 1,70 metros que fue excavado hace más de 500 años.