Los jefes de Estado del bloque, que integran Brasil, Uruguay y Argentina, además de Paraguay, debían reunirse este 28 y 29 de junio en la ciudad argentina de Mendoza para una cumbre. Las autoridades de Buenos Aires no aclararon aún si esta decisión afectará el normal desarrollo del encuentro.

El anuncio se dio a poco de que el propio Fernando Lugo anunciara su participación en la cita, aún cuando fue desplazado de sus funciones como presidente de Paraguay. El nuevo Ejecutivo de Asunción también había confirmado, momentos antes, su asistencia a la cumbre.

La decisión del Mercosur no es una sorpresa. Sus países miembro habían reaccionado con dureza a la decisión del parlamento paraguayo de remover, vía juicio político, al gobernante izquierdista. A lo largo de este fin de semana, los tres tomaron medidas con sus misiones diplomáticas: Mientras que Argentina directamente decidió retirar a su embajador, Brasil y Uruguay optaron por llamar a los suyos a consultas.

Esta avanzada diplomática no comprometió sólo a los países del Mercosur; Sudamérica en general se mostró reacia a aceptar al gobierno de Federico Franco, al tiempo que manifestaron sus reservas sobre la remoción de Lugo. Incluso la Unión de las Naciones Sudamericanas (UNASUR) analizará tomar medidas esta semana.

Fuente: Infobae