La que sería una noche de diversión se convirtió en la última de Amanda Alvear, una joven que transmitía sus horas de fiesta a sus amigos de la red social de Snapchat y grabaría sin querer el inicio del tiroteo más letal de la historia de USA.
Amanda Alvear fue una de las 49 víctimas de la masacre ocurrida dentro de la discoteca gay Pulse de Orlando. Ella se encontraba en el interior del club cuando Omar Saddiqui Mateen comenzó a disparar su rifle AR-15 contra todos.
Un amigo que no estaba presente en Pulse, pero que observó su video en Snapchat, escuchó los disparos y luego se enteró de lo ocurrido. Ahí se preocupó por ella y publicó el video en Facebook para ver si alguien la identificaba y podía darle noticias.

Sin embargo, nada de eso ocurrió, Amanda Alvear murió en el tiroteo, sin saber que sus imágenes serían una de las pocas que mostrarían al mundo entero cómo empezó la masacre reivindicada por el Estado Islámico.
[Nota publicada originalmente el 13.06.2016]