Durante su ponencia, James Holmes sostenía que es posible modificar el pasado. Nadie podía imaginar por aquel entonces que ese muchacho sería, seis años después, un real peligro para la sociedad. Tras el ataque quedaron 12 muertos y 58 heridos.

Este lunes, Holmes compareció ante el juez que lleva su causa, pero no formuló declaraciones y no mostró interés en colaborar con la investigación. Especialistas jurídicos aseguraron que, de ser declarado culpable, el asesino podría enfrentar la pena de muerte.

El magistrado que investiga el caso aseguró que definirá si es viable o no esa condena, después de reunirse con los familiares de las víctimas.

El sábado a la noche, tras el operativo de apertura de la vivienda del estudiante, la policía halló una pieza clave en la investigación: la computadora del único sospechoso.

Fuente: InfoBae.com