El Boeing 777 del vuelo MH17 se estrelló ayer con 154 holandeses, 43 malasios (incluidos 15 miembros de la tripulación), 27 australianos, 12 indonesios, 9 británicos, 4 alemanes, 4 belgas, 3 filipinos, un canadiense y 41 sin nacionalidad verificada.

El avión, que realizaba la ruta Amsterdam-Kuala Lumpur, cayó en la región oriental de Donetsk, escenario de combates entre las fuerzas gubernamentales de Ucrania y los rebeldes prorrusos, quienes nada más producirse se acusaron mutuamente de ser responsables del derribo del aparato.

El primer ministro de Malasia, Najib Razak, lamentó lo ocurrido y encargó una investigación para aclarar el accidente del avión, que no envió una señal de alarma, según el diario “The Star”.

En una conferencia de prensa celebrada esta madrugada, Najib dijo que la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI) había declarado segura la ruta y tampoco había restricciones por parte de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo.

Explicó que habló por teléfono con el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, y el estadounidense Barack Obama con los que acordó que se realice una investigación minuciosa del siniestro para aclarar si fue derribado.

“Si se confirma que fue derribado, los responsables deben ser traídos ante la justicia”, aseveró Najib.

La teoría que se baraja con más fuerza es que un misil tierra-aire del tipo BUK (ruso) impactó en el avión a 10.000 metros de altura.

Fuente: EFE