Cada una de las 298 personas que viajaban en el trágico vuelo MH17, derribado el último jueves, al parecer por separatistas prorrusos en territorio ucraniano, tiene una historia especial.

Así Petra van Langeveld y Gary Slok, de 15 años, se había embarcado a la nave de Malaysia Airlines listos para tener unas vacaciones entre madre e hijo. “Gary y su madre, Petra, estaban en camino a Malasia para el sueño de su vida”, contó un vocero del equipo holandés Maassluis, en el que jugaba el adolescente.

Posaron juntos por última vez para fotografiarse con el teléfono móvil de Gary, que compartió la imagen en las redes sociales antes del despegue.

Tres horas más tarde de partir de Ámsterdam, el avión en el que ambos viajaban junto con los 296 tripulantes restantes fue alcanzado por un misil, que los derribó y los mató en el instante.

El ataque, al parecer perpetrado por los rebeldes ucranianos, fue repudiado por todo el mundo. Los cuerpos de las víctimas quedaron en manos de los prorrusos hasta este lunes, cuando finalmente se informó que serían trasladados en un tren refrigerado hacia Holanda.

Fuente: Infobae.com