Malasia vive consternada la segunda tragedia aérea en apenas cuatro meses con el siniestro en el este de Ucrania del avión del vuelo MH17 de Malaysia Airlines, aerolínea que afronta un futuro incierto.

El suceso, en el que han muerto 298 personas, ocurrió cuando todavía no se ha resuelto la desaparición el pasado 8 de marzo del vuelo MH370 de la misma compañía, en el que viajaban 239 personas, y cuya búsqueda se reanudará el mes próximo en el océano Índico.

El Boeing-777 del vuelo MH17 que cubría la ruta entre Ámsterdam y Kuala Lumpur fue presuntamente derribado por un misil tierra aire, según los servicios de inteligencia de EEUU, que sin embargo no han podido especificar la autoría del ataque.

El ministro de Transportes de Malasia, Liow Tiong Lai, defendió la decisión de mantener esa ruta, ya que había sido declarada como segura y sin restricciones tanto por la Organización Internacional de Aviación Civil (IACO) como la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).

Fuente: EFE