Según el estudio de las universidades canadienses de Ottawa y Montreal, publicado por el diario del mismo país ’UdemNouvelles’, el mito de altruismo que rodea la figura de Agnes Gonxha, como se llamaba realmente, no sería tan santo como se ha dicho.

Serge Larivée y Genevieve Chenard, ambos de la Universidad de Montreal, y Carole Sénéchal, de la Universidad de Ottawa, publicaron a principio de este mes su estudio en la revista Studies in Religion/Sciences religieuses.

Los tres investigadores recopilaron 502 documentos sobre la vida y obra de la Madre Teresa. Después de eliminar 195 copias, consultaron 287 documentos para llevar a cabo su análisis, que representan el 96% de la literatura sobre la fundadora de la Orden de las Misioneras de la Caridad (OMC).

Aseguró que “el mundo gana con el sufrimiento de los pobres”, pero ella fue a un hospital moderno de EEUU. Durante su vida la Madre Teresa abrió 517 misiones de acogida para los pobres y enfermos en más de 100 países.

Sin embargo, estas misiones han sido descritas como “casas de la muerte” por los médicos que las visitaron y trabajaron en ellas en la ciudad de Calcuta.

Según el artículo, dos tercios de las personas que acudieron esperaban encontrar atención médica, mientras que el otro tercio sólo esperaba encontrar una muerte en mejores condiciones. Lo que se encontraron los doctores fue una gran falta de higiene, unas pésimas condiciones de atención, alimentación inadecuada y falta de analgésicos.

No obstante, el problema no era la falta de dinero, pues la Fundación creada por la propia Agnes Gonxha había recaudado cientos de millones de dólares. Más bien el problema resultó ser su particular concepción cristiana sobre el sufrimiento y la muerte.

Ella misma dijo que “hay algo hermoso en ver a los pobres aceptar su suerte, sufren como la Pasión de Cristo. El mundo gana mucho de su sufrimiento”. Sin embargo, cuando ella requirió cuidados paliativos, los recibió en un hospital moderno de Estados Unidos.

Tras las inundaciones en ese país y la explosión de una planta de pesticidas en Bhopal, ofreció numerosas oraciones y medallas de la Virgen María, pero en ningún momento envió ayuda monetaria.

Además, no mostró ningún tipo de reparo para aceptar la Legión de Honor y una beca de la dictadura de Duvalier en Haití. Con esa operación, le fueron transferidos millones de dólares a cuentas bancarias de la Orden de las Misioneras de la Caridad. En la actualidad el estado de esas cuentas sigue siendo secreto.

Después de su muerte, en el momento en el que el Vaticano decidió santificarla, le atribuyeron el milagro de haber curado a una mujer, Mónica Besra, quien había estado sufriendo de dolor abdominal intenso.

Ella dijo que después de que Gonxha le colocara una medalla, se esfumó su dolor. Sin embargo, lo que la Iglesia consideró “milagro” varios médicos aseguraron que fueron medicamentos y drogas los que hicieron desaparecer el dolor del quiste de ovario y la tuberculosis que sufría.

Fuente: Publico.es