Valerie Vivian es una mujer de grandes recursos económicos que vive en la zona más exclusiva de Londres. Posee una enorme mansión, que pensaba agrandar en 2001, pero sus vecinos se lo impidieron, así que planeó una cruel venganza, que recién hoy se ha notado.

Ella plantó más de 30 cipreses a lo largo de su mansión en Solsbury Hill, justo en la frontera con sus vecinos. Quince años después, esas plantitas crecieron y se convirtieron en enormes árboles que tapan la vista de los demás. Razón por la cual se ha desatado una nueva batalla legal entre Vivian y sus vecinos.

Tanto Val Horton como Bettey Kelleye, quienes eligieron vivir en cabañas sobre Solisbury Hill, por la hermosa vista que tiene han demandado a su vecina por perjudicarlos.

Ellos creen que ella planeó su venganza sigilosamente luego que le negaran hasta en seis veces el permiso para dividir su terreno y construir cuatro casas.

A pesar de sus quejas, ellos no pueden hacer nada ya que la ley sólo limita el crecimiento de los árboles en el caso de que bloqueen la luz o el acceso a las viviendas, algo que los cipreses de Vivian no hacen.

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