El afán por lucir un cuerpo perfecto y callar los molestos adjetivos que le decía su hermana provocaron que Courtney Grimshaw (24) comenzara una dieta extrema a los 12 años.

Las horas de hambre que pasaba y los ejercicios extremo que practicaba le permitió bajar muchos kilos y despertó la envidia de su hermana Rebecca, quien en ese entonces tenía 14.

Así sin más, las hermanas decidieron empezar una competencia para ver quien podía perder más peso. Ambas comían únicamente 350 calorías al día y hacían ejercicio de forma compulsiva.

Rebbeca empezó a hacerse consciente de lo que estaba decidiendo y detuvo la competencia pero su hermana no. Así que le contó a sus padres.

Sin embargo, Courtney no paraba. Cuando pesaba 31 kilos tenía la intención de seguir adelgazando pero sus padres y su hermana decidieron animarla para que se recuperara.

La joven estuvo bajo la supervisión de un doctor para recobrar algo de peso y ahora, 12 años después está totalmente recuperada.