Tras el escándalo por la imprudencia de una de sus reporteras que llegó hasta las Líneas de Nasca en 2013, la cadena de televisión japonesa afirmó que lo hizo siguiendo las instrucciones del arqueológo peruano que guió a su equipo.

“La grabación en Perú se llevó a cabo de acuerdo con las condiciones reflejadas en los visados de prensa y los permisos del Ministerio de Cultura, que es quien gestiona Nasca”, explicó en un comunicado.

El medio señaló que cuando se realizó la grabación siguieron todas las instrucciones de Mario Olaechea, delegado de Nasca del Ministerio de Cultura de Perú”. Añadió que el gobierno peruano aún no se ha puesto en contacto con ellos.

Como se recuerda, en el reportaje del programa de viajes exóticos “Sekai itte mitara”, una de las periodistas caminó y se recostó al borde de la figura del Colibrí.

Tras el hecho, el Ministerio de Cultura anunció el despido de Olaechea y también señaló que será denunciado penalmente por el delito contra el patrimonio cultural, que le podría suponer hasta 8 años de cárcel.