El único que no fue absuelto por completo fue el subdirector del sector técnico del departamento de la Protección Civil, Bernardo De Bernardinis, que sin embargo vio su pena rebajada a dos años de reclusión suspendida.

A los imputados se les atribuían los delitos de homicidio culposo múltiple y lesiones por negligencia. Bernardinis fue considerado por la Justicia culpable de estos cargos solo en algunos casos, de ahí la reducción de su pena y que no haya recibido la absolución.

El juicio en primera instancia comenzó el 20 de septiembre de 2011 y supuso el proceso más importante después de la investigación que se inició tras el terremoto del 6 de abril de 2009, que causó más de 300 muertos y devastó la región Los Abruzos y el centro histórico de L’Aquila.

Un año después, en octubre de 2012, el Tribunal de L’Aquila condenó a los siete acusados a seis años de prisión al considerarles culpables de los delitos que se les atribuían.

Sobre los condenados pesaba la acusación de haber realizado en su encuentro “una evaluación del peligro sísmico totalmente aproximada, genérica e ineficaz en relación a la actividad de la comisión y a los deberes de prevención y precisión del riesgo sísmico”.

En la investigación participaron algunos vecinos de la capital de la región de Los Abruzos, que ofrecieron su testimonio sobre sus denuncias tras los temblores que se registraron en los meses previos a la gran sacudida, que alcanzó los 5,8 grados.

De hecho, esta parte de la investigación sobre el terremoto se abrió después de que una treintena de ciudadanos denunciaran que la Comisión de Grandes Riesgos se reunió el 31 de marzo de 2009, días antes del seísmo, sin alertarles después del peligro.

Fuente: EFE