“Después del agua potable, las vacunas son lo que más impacto tiene cuando coexisten dos o más enfermedades crónicas en un paciente más conocido multimorbilidad”.

Mitos tales como que las vacunas son perjudiciales para la salud, o que resultan muy costosas, se han convertido en una barrera para una estrategia que según la Organización Mundial de la Salud, previene de dos a tres millones de muertes cada año, especialmente en el caso de las enfermedades infectocontagiosas como la neumonía neumocócica.

El primero de estos mitos, que es necesario derrumbar, es la creencia de que las vacunas son solo para los niños, una idea afianzada en el hecho que la mayoría de los programas gubernamentales de inmunización, se concentran en los infantes, pero tal y como nos explica la pediatra Janeth Jaramillo, “toda persona debe vacunarse no solo durante la niñez, sino a lo largo de la vida, para evitar el avance de las peligrosas enfermedades infectocontagiosas como la Neumonía Adquirida en la Comunidad (NAC)”.

Sin embargo, en Latinoamérica el adulto suele solo acudir al médico cuando se enferma, no para controlar su salud, y es así como se pierde la oportunidad que periódicamente se le actualicen las vacunas.

La falta de información ha generado además que muchas personas consideren que la neumonía es un mal resfriado que se puede complicar, lo que implica darle menos importancia a la dimensión de la enfermedad, y aunque ciertamente el riesgo aumenta en la temporada de gripe, cualquiera puede resultar afectada independientemente del clima o la estación.

Acerca de la Neumonía Adquirida en la Comunidad (NAC)

La neumonía es una infección respiratoria producida por bacterias, virus y hongos que genera una inflamación de los pulmones y cuyos síntomas más frecuentes son: fiebre, tos, escalofríos, dificultad para respirar y dolor en el pecho. Se trata de una de las enfermedades infectocontagiosa s más comunes y peligrosas a nivel global.

La neumonía neumocócica, causada por el bacilo Streptococcus pneumoniae, afecta especialmente a los adultos mayores de 50 años, quienes puede evitar el riesgo de contraer esta enfermedad que implica un tratamiento largo y costoso para el paciente, su familia y el Estado.

[1] Entrevista Dra. Janeth Jaramillo. Pediatra. Colombia.

[2] Organización Mundial de la Salud (OMS) 10 facts on immunization: WHO | 10 facts on immunization: