Hamad al-Naqi, un musulmán chií de 26 años, se declaró inocente al inicio del juicio el mes pasado diciendo que él no había publicado los mensajes y que su cuenta en la red social había sido ‘hackeada’.

El veredicto escrito, emitido por el juez Hisham Abdullah, lo declaró culpable de todos los cargos, según aseguró a Reuters un secretario de la corte. La sentencia es la máxima que podría haber recibido, según su abogado, Khaled al-Shatti.

El juez lo declaró culpable de insultar al profeta, a su esposa y sus compañeros, burlarse del Islam, provocar tensiones sectarias, insultar a los gobernantes de Arabia Saudita y Bahréin y hacer un uso indebido de su teléfono celular para divulgar los comentarios.

La parte civil, al igual que algunos políticos kuwaitíes, había pedido que Naqi fuese condenado a muerte en un caso que avivó las tensiones sectarias en el país del Golfo.