Bill Wikinson, exmiembro del Ku Klux Klan (KKK), renunció a dicha agrupación racista en 1984 y desde entonces no se supo nada de él. Sin embargo, un periodista británico lo encontró en Bélice, donde es un próspero empresario dueño de un complejo turístico.

Ahora en su nueva residencia, donde comparte sus días con personas de diferentes razas (mayas, criollos, mestizos y garífunas) dice estar tranquilo. “Llevo una vida maravillosa, me gusta la isla, está llena de gente amable”.

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Wikinson cree que su estadía con gente de otras razas es un mandato divino. “Dios me ha mandado mezclarme con otras razas”. Sin embargo, su pensamiento racista no ha cambiado en lo absoluto, pues asegura que no permitiría que sus hijos o nietos se casaran con personas de piel negra.

A pesar de ello, dice que los lugareños son conscientes de su pasado y que algunos incluso bromean sobre él y lo saludan imitando la forma de las capuchas del KKK.

El también conocido como ‘Mago Imperial’ organizó centenares de marchas por todos los Estados Unidos para incitar el odio racial, y sugería a sus seguidores que asistieran con armas de fuego, cuchillos y palos. Además, creó un campo de entrenamiento paramilitar para preparar a los miembros del KKK para una “guerra racial”.

Fuente: Infobae.