Kim está siguiendo un tratamiento de recuperación, luego de la serie de reuniones oficiales que provocaron la lesión que padece.

Concretamente, el dictador de Corea del Norte visitó varias instalaciones militares mientras llevaba tacones cubanos para agrandar su figura, de 1,74 metros de altura y 127 kilogramos de peso.

La gira por estos enclaves le provocó esguinces en ambos tobillos, y al no haberse tratado la lesión inicial ésta desembocó en sendas fracturas.

Además, los problemas de salud de Kim Jong-un lo han obligado a faltar a una sesión en la Asamblea Suprema norcoreana, según una fuente del periódico surcoreano ‘Chosun Ilbo’.

Los motivos del sobrepeso apuntan a la dieta que sigue el dictador norcoreano, basada en el excesivo consumo de alcohol y queso que importa desde Suiza. Esto lo habría llevado hasta un peso de 127 kilos, una cifra que no se corresponde con sus 1,74 metros.

El centro hospitalario donde permanece Kim Jong-un se encuentra vigilado en todo momento por personal de seguridad, y también se especula con que varios médicos europeos habrían viajado hasta la capital norcoreana para tratar al paciente.

Fuente: Infobae.com