Elvis es un rinoceronte negro muy inusual, distinto a los demás de su especie por un motivo: gusta “caer” de visita de vez en cuando al refugio en donde fue rescatado en Kenia.

Su destino era la muerte, tal como sucedió con las anteriores camadas de su madre Mawingo que, debido a su ceguera, exponía a sus crías a depredadores. “Tomamos la decisión de cuidar a Elvis para asegurar su supervivencia. Los rinocerontes negros permanecen en peligro de extinción”, dijo uno de los cuidadores de Lewa Wildlife Conservancy.

Elvis estuvo un tiempo en el refugio hasta que fue reintroducido a su hábitat natural. “Fue cuidado por humanos hasta los 4 años (cuando ya es capaz de cuidarse a sí mismo). Estamos encantados de ver que está prosperando como un rinoceronte salvaje, como deben vivir todos”, informaron.

Pero Elvis, aunque autosuficiente en su hábitat, suele de vez en cuando darse una vuelta para visitar a sus amigos que le salvaron la vida, a modo de agradecimiento.