Cuatro rabinos israelíes murieron este martes en un atentado en una sinagoga de Jerusalén, que acabó con los dos autores palestinos abatidos por agentes del orden y nuevas medidas punitivas adoptadas por el Ejecutivo de Benjamín Netanyahu.

Las víctimas mortales tenían doble nacionalidad y, además de la israelí, tres eran ciudadanos estadounidenses y uno británico.

Los cuatro habían emigrado a Israel desde su países de procedencia y fueron enterrados a última hora de la tarde en el cementerio Guivat Shaul de Jerusalén, tras ser sus restos velados en un funeral que concentró a miles de miembros de la comunidad ultraortodoxa.

Los rabinos participaban en el rezo matutino de la sinagoga y escuela talmúdica Kehilat Bnei Torah, del barrio de Har Nor, en Jerusalén Oeste, cuando el templo fue asaltado a primera hora de la mañana por dos palestinos, que esperaron durante una hora en un vehículo antes de atacar.

El suceso causó ocho heridos de diversa consideración y acabó con la muerte de los autores del atentado, que eran vecinos del barrio de Jabal al Mukaber, en Jerusalén Este, y que acudieron a la sinagoga pertrechados con cuchillos, hachas y armas de fuego, informó la Policía.

Fuente: EFE