La isla, muy pequeña pero cada vez más grande, apareció el año pasado y absorbió rápidamente otro islote que ya existía, Nishinoshima, a unos 1.000 km al sur de Tokio. El conjunto tiene ahora una extensión de 1,26 kilómetros cuadrados.

Los cráteres de la isla están escupiendo unos 200 mil metros cúbicos de lava cada día, el equivalente del volumen de 80 piscinas olímpicas. La lava se está acumulando en el este del islote, según los científicos.

“Si la lava sigue acumulándose en el este de la isla, podrían hundirse varias laderas de ésta y causar un tsunami”, advierte Fukashi Maeno, profesor asistente del Instituto de Investigación Sísmica de la Universidad de Tokio.

Según él, un desprendimiento de 12 millones de metros cúbicos de lava generaría un tsunami de un metro, que alcanzaría la isla de Chichijima (a 130 km) en cuestión de 18 minutos.

Cabe indicar que Chichijima, donde viven unas 2.000 personas, es la isla más grande del archipiélago Ogasawara, administrado por la prefectura de Tokio.

Fuente: Agencia Andina