Una organización ciudadana de la ciudad de Koriyama reveló que en más de 20 escuelas de la zona, las mediciones realizadas en abril hallaron numerosos “hot spots”, es decir lugares donde la radiación supera los 20 milisieverts anuales, el máximo recomendado a nivel internacional.

En enero se le había pedido a las escuelas que además de las mediciones habituales en patios y aulas debían realizarlas también en pozos y arbustos.

Al inicio del curso escolar en abril, las autoridades levantaron una prohibición, que regía desde el accidente nuclear, según la cual los niños no podían jugar más de tres horas por día en los patios de los colegios.

La organización ciudadana exigió que se vuelva a establecer la limitación debido a los “hot spots” encontrados. El terremoto y posterior tsunami del 11 de marzo de 2011 dañaron gravemente varios reactores de la central de Fukushima.

El sistema de enfriamiento dejó de funcionar y se produjo una fusión parcial del núcleo, lo que hizo que la radiación se propagara por aire, tierra y mar. Decenas de miles de personas tuvieron que ser evacuadas por la contaminación.

Fuente: DPA