No cabe duda que los celos nunca han sido buenos consejeros, que nos empujan a realizar acciones de las que luego nos arrepentiremos y muchas veces no tienen marcha atrás. Ejemplo de ello, es lo que hizo una joven japonesa que, presa de los celos, se vengó de la forma que creyó le dolería más a su novio.

Cogió los dos iPhones de su novio, un iMac, dos McBooks y los arrojó al retrete con agua. Y para redondear la venganza perfecta, tomó fotos de su “hazaña” y las publicó en su cuenta de Twitter. Las imágenes, como era de esperarse, se viralizaron rápidamente.

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Se supo luego que los aparatos arrojados por la enfurecida novia están valorizados en cinco mil dólares y, sin embargo, nada confirma que sus sospechas de una infidelidad sean ciertas. Quizá en un futuro próximo ambos se reconcilien, lo sucedido con los aparatos tecnológicos quede en la anécdota y sonrían cuando recuerden que se hicieron mundialmente conocidos en las redes sociales.

Fuente: Infobae

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