La madre del periodista estadounidense James Foley, decapitado por la milicia terrorista Estado Islámico (EI), acusó en los medios al Consejo de Seguridad Nacional de su país de haberlos intimidado para que no pagaran ningún rescate de su hijo.

Según Diane Foley, un miembro del Consejo dijo en tres ocasiones a la familia que podría enfrentarse a un juicio penal en caso de pagar un rescate. “Lo sentimos como una amenaza y nos escandalizó”, afirmó en CNN. “Nos dijeron que debíamos confiar en que sería liberado de alguna manera, como por milagro, y no fue así, ¿no?”, agregó.

Al respecto, el Consejo de Seguridad Nacional respondió que la familia de Foley fue informada solamente de que las leyes estadounidenses prohíben la financiación del terrorismo. Los funcionarios aseguraron que nadie habló de persecución penal.

Se hizo todo lo posible por traer de regreso al periodista a Estados Unidos, afirmó la portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf, quien detalló que trabajaron estrechamente con la familia y con el empleador del reportero, la agencia de noticias online GlobalPost.

“Todos los consejos que dan este departamento y otros a las familias sobre lo que deberían hacer en estas situaciones se basan únicamente en lo que es mejor para traer de vuelta a casa a sus seres queridos”, dijo Harf. Decir cualquier otra cosa es falso, según su versión.

El portavoz del presidente estadounidense Barack Obama, Josh Earnest, insistió en la posición del gobierno que no paga rescates a cambio de la liberación de rehenes, a diferencia de los países europeos.

Al parecer EI había pedido antes 100 millones de euros de rescate por la liberación de Foley. Estados Unidos llevó a cabo una misión militar para tratar de liberarlo a él y a otros secuestrados que fracasó.