Por lo menos esa es una creencia muy conocida en aquella región, la cual serviría para sobrevivir a una segunda creencia.

El fin del mundo, según el antiguo calendario maya al que muchos creen, ocurrirá el próximo 21 de diciembre de 2012.

Cisternino es un pueblo medieval italiano y uno de los pocos lugares en la Tierra que dice puede servir de refugio. ¿El motivo? Ni lo sabemos.