El juicio por prostitución con menores de edad que la justicia italiana lleva contra el marido de la nieta del dictador fascista Benito Mussolini, la senadora Alessandra Mussolini, ya se encuentra en fase final.

Según la fiscalía de Roma, “existen pruebas innegables” para afirmar que Mauro Floriani era uno de los 20 clientes de dos colegialas adolescentes que se prostituían con el fin de ganar dinero para adquirir ropa de diseño y los últimos modelos de teléfonos móviles.

La fiscalía cuenta con escuchas telefónicas y fotografías de los clientes de las dos chicas, entonces de 14 y 15 años, las cuales se prostituían en un departamento de un elegante barrio de Roma, con el agravante de que la madre de una de ellas la incitaba a vender su cuerpo.

Floriani, exoficial de la policía financiera, forma parte de la junta directiva de la empresa de ferrocarriles nacionales (Trenitalia).

El escándalo de las adolescentes prostitutas suscitó indignación en la capital italiana, ya que era un caso particularmente retorcido debido a que las dos chicas llevaban una doble vida: por la mañana asistían a clases en un colegio y en la tarde acudían a un departamento del barrio Parioli para intercambiar sexo y droga.

Según las declaraciones a la policía de las dos adolescentes, no fueron forzadas a prostituirse sino que decidieron por ellas mismas iniciar la actividad.

La prostitución de menores se ha convertido en un problema para Italia, sobre todo después de que el exprimer ministro y magnate de las comunicaciones Silvio Berlusconi fuera condenado en 2013 en primera instancia a 7 años de cárcel por el caso Ruby.

Todo este escándalo ha llamado la atención porque Mussolini es una política conocida que ha mostrado su condena a actos de prostitución y ha pedido castración química para los violadores.