La tensión entre Hamás e Israel aumentó en las últimas horas y les colocó al borde de la guerra, después de que el gabinete de seguridad israelí acordara reforzar su operativo en Gaza y el brazo armado del movimiento islamista lanzara una andanada de cohetes contra el sur y el centro del país.

En un comunicado enviado a los medios, las “Brigadas Azedin Al Kasem”, brazo armado de Hamás, admitió que lanzó “decenas de proyectiles contra las localidades de Ashdod y Netivot en respuesta a la agresión sionista”.

Las alarmas antiaéreas se escucharon por primera vez desde el inicio de esta crisis en ciudades del centro de Israel y en localidades próximas a Jerusalén.

El Ejército israelí ya había anunciado su decisión de ampliar su despliegue militar de infantería y artillería con 1,500 reservistas “preparados para cualquier intensificación”, explicó un portavoz israelí.

Los últimos ataques

El ejército israelí llevó a cabo una serie de ataques aéreos durante la noche en la Franja de Gaza, en respuesta a los continuos ataques con cohetes desde esa región, y mató a al menos siete militantes de Hamás, confirmaron desde el grupo islámico.