Ali Saqr al-Qasem, un yihadista del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), delató y luego ejecutó a su propia madre en la ciudad de Raqqa, la capital de facto del Daesh en Siria, tras acusarla de “apostasía”.
Según el diario ‘The Independent’, Lena al-Qasem fue acusada de apostasía, un crimen que por lo general significa dejar la propia religión.
A la madre del yihadista se le acusó de “incitar a su hijo a salir del Estado Islámico y escapar juntos fuera de Raqqa” para evitar los ataques de la coalición, según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Ali Saqr al-Qasem denunció “el crimen” ante sus superiores del ISIS, que luego condenaron a la mujer a la muerte y le ordenaron que la matara con sus propias manos. La ejecución se llevó a cabo frente al edificio postal de Raqqa, donde ella trabajaba.
El yihadista disparó contra su propia madre en la cabeza frente a una gran multitud, para lo cual utilizó un rifle de asalto. La ejecución se realizó el pasado 6 de enero.
Raqqa is Being Slaughtered Silently (“Raqqa está siendo sacrificada en silencio”) difundió la noticia en Twitter y señaló que la víctima tenía 35 años. También publicó una foto del hombre que sería el hijo, nacido en 1995.